La entidad más poblada del país arrancó 2014 con una escalada de secuestros, robos, extorsión y asesinatos; muchos, ligados al narco. Expertos atribuyen violencia a "efecto cucaracha" por guerra contra crimen organizado en Michoacán y a que falta control de autoridades En el primer trimestre de este año (de enero a marzo) se han registrado 205 muertes violentas en el Estado de México. El 28 de febrero se reportaron 14 ejecuciones, cifra que coloca a este día como el más sangriento. Expertos y diputados locales de oposición coinciden que esta situación responde a un “efecto cucaracha” de la guerra contra el narcotráfico que se libra en Michoacán.
Según un conteo realizado por este diario, en enero hubo 76 muertes con características similares a las ejecuciones del crimen organizado; en febrero, 62, y durante los primeros 19 días de marzo se sumaron 67, lo que da un total de 205.
El gobierno estatal insiste en que no todas las muertes reportadas son producto de la operación de carteles de la droga en la entidad. Sin embargo, el vocero de seguridad mexiquense, Indalecio Ríos, afirmó en entrevista: “No descartamos ninguna línea de investigación, conforme vayan avanzando estaremos siendo más objetivos al momento de transmitir si se trata de algún grupo específico o son grupos específicos (del narcotráfico) que ya vienen operando en la zona y que por alguna diferencia entre ellos mismos han recrudecido sus propios enfrentamientos”, señaló.
Entre las causas de la violencia en el Edomex están, la falta de control de las autoridades, consideró, el ex titular de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la Procuraduría General de la República (PGR), Samuel González Ruiz.
La estrategia de seguridad en Michoacán produjo un “efecto cucaracha” hacia territorio mexiquense, sobre todo en municipios metropolitanos como Cuautitlán, Izcalli, donde la ola de ejecutados, asaltos y violencia es realmente “preocupante”, señaló Patricia Valladares de la Cruz, investigadora en conducta humana y violencia de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM.
Entre las causas de la violencia en el Edomex están, la falta de control de las autoridades, consideró, el ex titular de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la Procuraduría General de la República (PGR), Samuel González Ruiz.
La estrategia de seguridad en Michoacán produjo un “efecto cucaracha” hacia territorio mexiquense, sobre todo en municipios metropolitanos como Cuautitlán, Izcalli, donde la ola de ejecutados, asaltos y violencia es realmente “preocupante”, señaló Patricia Valladares de la Cruz, investigadora en conducta humana y violencia de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM.
“Los jóvenes son presa fácil para ser reclutados por el narco, ante la falta de empleo y opciones de estudio, y si no se someten a ellos, pueden ser ejecutados”, advirtió.
Valladares consideró que la sociedad debe organizarse para demandar que el Estado garantice su seguridad: “no es posible que quieran actuar como si no pasara nada, sin informar a la sociedad y declarar abiertamente que es un problema de que el narco llegó a los municipios mexiquenses; y expliquen cuáles son las políticas a seguir”.
El integrante de la Comisión de Seguridad de la Legislatura del Estado de México, Luis Marrón Agustín (PAN), consideró que ayuntamientos como Cuautitlán Izcalli, Naucalpan, Ecatepec, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco , Chalco y Huixquilucan han quedado “rebasados” por la delincuencia, donde incluso grupos de colonos han decidido autoprotegerse y tomar la justicia por propia mano, deteniendo y amenazando con linchar a delincuentes, como ha sucedido en San Francisco Chimalpa y Tepatlaxco.
“Al quedar rebasadas las policías municipales y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, es necesaria la presencia permanente del Ejército Mexicano y de la Policía Federal, no sólo con patrullajes, sino con investigación y tecnología, donde autoridades federales, estatales y municipales trabajen de forma coordinada en la reconstrucción del tejido social”, afirma.
Esta ola de violencia podría tener, además, un efecto de pánico social y derivar en otras expresiones de miedo colectivo, como un atrincheramiento de los ciudadanos en sus casas, consideró el sociólogo e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) Jorge Arzate Salgado.
Valladares consideró que la sociedad debe organizarse para demandar que el Estado garantice su seguridad: “no es posible que quieran actuar como si no pasara nada, sin informar a la sociedad y declarar abiertamente que es un problema de que el narco llegó a los municipios mexiquenses; y expliquen cuáles son las políticas a seguir”.
El integrante de la Comisión de Seguridad de la Legislatura del Estado de México, Luis Marrón Agustín (PAN), consideró que ayuntamientos como Cuautitlán Izcalli, Naucalpan, Ecatepec, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco , Chalco y Huixquilucan han quedado “rebasados” por la delincuencia, donde incluso grupos de colonos han decidido autoprotegerse y tomar la justicia por propia mano, deteniendo y amenazando con linchar a delincuentes, como ha sucedido en San Francisco Chimalpa y Tepatlaxco.
“Al quedar rebasadas las policías municipales y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, es necesaria la presencia permanente del Ejército Mexicano y de la Policía Federal, no sólo con patrullajes, sino con investigación y tecnología, donde autoridades federales, estatales y municipales trabajen de forma coordinada en la reconstrucción del tejido social”, afirma.
Esta ola de violencia podría tener, además, un efecto de pánico social y derivar en otras expresiones de miedo colectivo, como un atrincheramiento de los ciudadanos en sus casas, consideró el sociólogo e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) Jorge Arzate Salgado.
Agregó que la violencia e inseguridad que se vive en el territorio no es aislada. Explicó que en esta búsqueda de autoprotección, el miedo colectivo puede llevar la conformación de grupos de autodefensa como los que ya operan en Guerrero y Michoacán.
“Lo que vemos es un aumento muy importante de las formas de violencia en el Estado de México; esto no es nuevo, viene desde hace algunos años, pero ciertamente en el último año esto se ha recrudecido. Sabemos que en la parte oriente del estado la violencia ciudadana es muy fuerte y ya está impactando en la vida de la población”, señaló.
En tanto, el investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) Abraham Osorio Ballesteros dijo que uno de los factores por los que se ha incrementado la violencia en algunos municipios es cultural, pues ya forma parte de la cotidianidad.
El académico, coordinador de la maestría de Estudios para la Paz y el Desarrollo en la UAEM, es optimista porque estima que la violencia en la entidad puede disminuir, siempre y cuando el Estado trabaje en aspectos de comunicación y educación.
Señaló que el incremento de la violencia se registra con mayor facilidad en los municipios donde la pobreza o marginación es mayor, como en la zona oriente del Estado de México, donde reside la población con menores posibilidades de desarrollo. No obstante, aceptó que “La violencia ya está rebasando las clases sociales”.
Dijo que la violencia provoca efectos directos e indirectos que disminuyen la productividad en la zonas donde prevalece.
En este sentido, la asociación de Empresarios y Colonos del Estado de México (Asecem) presentó audios de extorsión a propietarios de negocios, así como testimonios de industriales víctimas de secuestro en Tultitlán.
“Dicen que la delincuencia va a la baja, pero no lo sentimos así, al contrario; muchos empresarios víctimas de secuestro y robo en el Estado de México han tenido que despedir a sus trabajadores”, lamentó Galo Blanco Mateos, dirigente de Asecem.
“Pagamos impuestos y a cambio no recibimos seguridad, servicios básicos como iluminación, bacheo y de limpia”, dijo Raúl Chaparro Romero, presidente de Asecem.
Por ello esta asociación organiza un jornada de protesta contra la inseguridad para el próximo sábado 22 de marzo, en las Torres de Satélite, que se extenderá en 24 puentes peatonales del Periférico Norte, a lo largo de los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli y Tultitlán, indicó Chaparro Romero.
Fuente
En tanto, el investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) Abraham Osorio Ballesteros dijo que uno de los factores por los que se ha incrementado la violencia en algunos municipios es cultural, pues ya forma parte de la cotidianidad.
El académico, coordinador de la maestría de Estudios para la Paz y el Desarrollo en la UAEM, es optimista porque estima que la violencia en la entidad puede disminuir, siempre y cuando el Estado trabaje en aspectos de comunicación y educación.
Señaló que el incremento de la violencia se registra con mayor facilidad en los municipios donde la pobreza o marginación es mayor, como en la zona oriente del Estado de México, donde reside la población con menores posibilidades de desarrollo. No obstante, aceptó que “La violencia ya está rebasando las clases sociales”.
Dijo que la violencia provoca efectos directos e indirectos que disminuyen la productividad en la zonas donde prevalece.
En este sentido, la asociación de Empresarios y Colonos del Estado de México (Asecem) presentó audios de extorsión a propietarios de negocios, así como testimonios de industriales víctimas de secuestro en Tultitlán.
“Dicen que la delincuencia va a la baja, pero no lo sentimos así, al contrario; muchos empresarios víctimas de secuestro y robo en el Estado de México han tenido que despedir a sus trabajadores”, lamentó Galo Blanco Mateos, dirigente de Asecem.
“Pagamos impuestos y a cambio no recibimos seguridad, servicios básicos como iluminación, bacheo y de limpia”, dijo Raúl Chaparro Romero, presidente de Asecem.
Por ello esta asociación organiza un jornada de protesta contra la inseguridad para el próximo sábado 22 de marzo, en las Torres de Satélite, que se extenderá en 24 puentes peatonales del Periférico Norte, a lo largo de los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli y Tultitlán, indicó Chaparro Romero.
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