Felipe Romero Álvarez, otro de los sujetos que presuntamente participó en el secuestro de una sobrina del narcotraficante Rafael Caro Quintero, fue asesinado en la delegación Tlalpan.
Su presunto cómplice, con el que fue encarcelado en el 2006, Miguel Flamenco Hernández, El Pecas, fue encontrado enterrado en una fosa clandestina en un paraje del Ajusco a principios de este mes.
La Procuraduría capitalina investiga si hay relación entre ambos homicidios, pero hasta el momento no tiene detenidos por ninguno de los dos casos.
Según la averiguación previa FTL/TLP-2/T1/500/14-03, Romero Álvarez, de 53 años, fue interceptado la madrugada del 11 de marzo en el kilómetro 13 de la carretera Picacho-Ajusco, cuando regresaba a bordo de su camioneta de una fiesta en el pueblo de San Nicolás Totolapan, en Magdalena Contreras.
Las personas que le cerraron el paso y lo obligaron a descender del vehículo lo golpearon en varias ocasiones con machetes. La necropsia reveló que sufrió lesiones cortocontundentes en la cabeza y heridas en la mano derecha y el brazo izquierdo al realizar maniobras de defensa.
Su cuerpo quedó tirado a un lado de la carretera, a unos metros de su camioneta, una Ford F-150 blanca con jaula metálica roja, que tenía las llaves puestas.
Policías preventivos del sector Fuentes encontraron el cadáver alrededor de las 6:00 de la mañana. Al verificar su identidad en el MP supieron que era Romero Álvarez, quien contaba con antecedentes penales.
ERAN MADRINAS
En abril de 2006, ambos fueron acusados de participar en el secuestro de Juana Patricia Valdivia Caro, sobrina del narcotraficante Rafael Caro Quintero, en la delegación Cuauhtémoc.
La mujer presuntamente era un enlace entre el empresario chino Zhenli Ye Gon y el cártel de Sinaloa para la distribución de metanfetaminas en Sinaloa y Chihuahua. La Policía Federal comenzó a investigarla en el 2006, pero los encargados de las pesquisas, al darse cuenta que manejaba importantes sumas de dinero, decidieron secuestrarla. La interceptaron el 10 de febrero de 2006 y le robaron una fuerte suma de dinero que llevaba en la cajuela de su auto.
La mujer presentó su denuncia, sin revelar su parentesco con el capo, y semanas después fue detenido su chofer y las madrinas de la Policía Federal, Miguel Flamenco Hernández y Felipe Romero Álvarez.
Estos dos sujetos, a su vez, revelaron que el golpe fue ordenado por el entonces subdirector de Operaciones e Investigación Preventiva de Armas y Narcóticos, Armando Espinoza Cerón, El Perro, y el suboficial Leonel López Bañuelos de la extinta PFP.
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