Luego de que terminaban clases, Karen Izurieta debía ponerse colirio en los ojos. La luz de la tableta y la de la computadora le causaban constantes dolores de cabeza. Acudió entonces a un examen en un centro oftalmológico de Quito en el cual le detectaron miopía. Ocurrió hace cinco años y ahora la joven protege su celular y la tableta con láminas especiales que disminuyen la intensidad de la luz.
Según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, los ojos no están preparados para ver directamente a la luz. La iluminación por LED (luz de alto brillo o luz azul) presente en móviles, tabletas y computadoras daña la retina, causando no sólo el síndrome de ojo seco, sino también dolores de cabeza y pérdida progresiva de visión.
Los investigadores de esta universidad analizan hace 12 años los efectos dañinos de la luz, pero en los últimos tres años se enfocaron en el mal causado por el brillo azul de los celulares y tabletas que han desarrollado su tecnología.
De acuerdo con su investigación, 93% de células en la retina murió luego de 72 horas de permanecer directamente frente a la luz azul con una fuerte intensidad.
En Ecuador todavía no se han realizado estudios enfocados en el daño que pueden causar los dispositivos móviles en la vista. Sin embargo, la Sociedad Oftalmológica Ecuatoriana y especialistas sugieren que se tomen precauciones para evitar males como el ojo seco y la pérdida de visión.
Los sistemas Android, Apple, iOS ofrecen aplicaciones para proteger la vista durante el día y la noche: Twilight, Eye Protector y F.Lux cuentan con más de 500 descargas diarias, pues modifican los dispositivos para oscurecerlos en el día y promediar la luz en las lecturas nocturnas.
Además, existen las láminas protectoras que Izurieta adquirió por sugerencia médica.
Lo mismo hizo Alex Vásconez, un estudiante de Filosofía, quien pasa más de 10 horas leyendo en su celular y en la computadora. Para este joven, de 26 años las aplicaciones han evitado que padezca los dolores de cabeza que le daban con frecuencia por las tardes.
Fatiga visual
Aunque no hay estudios en Ecuador centrados exclusivamente en esto —dice—, sí se manifiestan inconvenientes en la vista cuando no se coloca una protección interna y externa en los aparatos. Normalmente, una persona debe parpadear 10 veces por minuto y posicionarse a 40 centímetros de distancia.
Para la oftalmóloga María Dolores Carrillo la resequedad en el ojo se produce por la disminución en la frecuencia del parpadeo. La Universidad Complutense sacó al mercado unas láminas protectoras a las que denominaron Reticare. Estas ayudan —según se indica en el estudio— a proteger al menos el 90% de las células de la retina del ojo, reduciendo la mortalidad celular hasta 10 veces. En el exterior estas protecciones oscilan entre los 12 y 15 euros.
En el país, los locales de venta de accesorios de celular también ofrecen protecciones, sobre todo externas, para tabletas, computadores y celulares. En Quito, por ejemplo, se encuentran protectores antirreflejo, que evitan realizar esfuerzos cuando la lectura en los dispositivos está expuesta a la luz solar. El costo va de ocho a 20 dólares.
Salazar explica que con ello se evitan daños en el ojo a corto y largo plazos. Pero Roberto Mendoza, propietario de tres locales de accesorios para dispositivos electrónicos, dice que estas protecciones no se venden, al menos no tanto como los protectores para rayones. La Organización Mundial de la Salud sugiere que luego de cada hora de lectura se descanse unos minutos. En este tiempo deben hacerse actividades como mirar objetos de lejos o cerrar los ojos.
De hecho, recomiendan el ejercicio 20-20-20 que es detenerse de la lectura en los dispositivos cada 20 minutos por 20 segundos, cambiar el ángulo de visión, mirar objetos a una distancia de 20 pies (seis metros) y parpadear repetidamente. Con esto se frenarán los efectos negativos de las pantallas.
El 85% de la información que recibimos es por el sentido de la vista. Así afirma un estudio sobre la luz y la retina del ojo de la Universidad Complutense. Sin embargo, los usuarios no toman precauciones para cuidar este tejido de la luz de diversos dispositivos.
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