Salvador Martínez de 46 años fue detenido por ser el sospechoso de matar a Onyx ―una mezcla de chihuahua y salchicha de 9 meses― clavándole un desarmador en el corazón.
Luego de acabar con la vida del animal y despellejarlo, Martínez guardó el cadáver en su refrigerador y comenzó a buscar recetas en Internet para cocinarlo.
Al día siguiente, su novia encontró el cuerpo de la mascota y confrontó a Martínez, quien respondió que si ella no lo quería entones lo pondría en el asador de la casa de su madre.
La excusa de Martínez fue que no había suficiente comida en el hogar para ellos y sus nietos, informaron las autoridades.
La novia de Martínez le informó a la policía que había más que suficiente comida en la casa.
Aunque es totalmente legal comer carne de perro en el estado de Nuevo México, fue la manera en que Martínez mató a la mascota lo que lo tiene en problemas.
“Los niños estaban presentes adentro de la residencia y tenían conocimiento de lo que estaba sucediendo con la mascota de la familia”, dijo el sheriff del Condado de Torrence, Heath White.
Martínez enfrenta cargos de crueldad animal extrema y abuso a menores de edad. Según las autoridades, se encontraba intoxicado cuando cometió el crimen.
Además de los cargos en el estado de Nuevo México, Martínez enfrenta posible custodia federal por posibles violaciones a su término de libertad condicional. En el 2003 se le sentenció por cruzar 13 kilos de cocaína desde la frontera con México.
Agencias
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