La agencia británica GCHQ obligó a destruir los discos, pese a que existían respaldos para la información en múltiples lugares.
El 20 de agosto, el organismo de inteligencia británico GCHQ ordenó al periódico The Guardian destruir los discos duros donde se habían almacenado los documentos filtrados por Edward Snowden. Hoy, el diario publicó un video donde se muestra "uno de los momentos más extraños en la historia del Guardian", según señaló su editor, Alan Rusbridger.
Rusbridger afirma que le recalcó a los agentes del GCHQ que el periódico contaba con diversos respaldos de la información en Estados Unidos y otros lugares, por lo que destruir los discos en Londres sería inútil. Sin embargo, los agentes no se inmutaron y obligaron al Guardian a proceder.
En un principio, los agentes del GCHQ querían que el diario les entregara los laptops con la información para realizar una investigación forense, que podría determinar el tamaño de la filtración de Snowden y cómo se había logrado obtener los documentos. Sin embargo, The Guardian se rehusó a entregar los datos, accediendo a destruir los discos en sus propias oficinas con sus propios técnicos.
Destruir los equipos tomó tres horas, y las piezas que quedaron fueron luego sometidas a un "desmagnetizador", que destruye campos magnéticos y borra información.
Después de este incidente, el periódico mudó su trabajo de investigación a Estados Unidos (!).
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